Situación actual
Actualmente todos los países desarrollados del mundo permiten el aborto en determinadas circunstancias, siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la Salud. En cambio, algunos ordenamientos jurídicos de países subdesarrollados o en vías de desarrollo consideran al aborto un delito de gravedad inferior al infanticidio. Unos pocos países penan el aborto de modo total y sin admitir excepción alguna, aun cuando esté en peligro la vida de la madre: Andorra, Chile, Filipinas, El Salvador, Somalia y el Vaticano.
La mayoría de los países del mundo permiten el aborto en ciertos casos. Actualmente, el 62 por ciento de la población mundial vive en 55 países donde el aborto inducido está permitido, ya sea sin restricciones en cuanto a su causa o por razones socioeconómicas. Mientrs tanto, el 25 por ciento viven en 54 países que lo prohíben completamente o lo permiten sólo para salvar la vida de la mujer”.
Aproximadamente el 25 por ciento de la población mundial viven en países con leyes abortivas sumamente restrictivas, sobre todo en América Latina, Africa y Asia. Estos son los países donde el aborto se encuentra más restringido de acuerdo con la ley. En algunos países, tales como Chile, las mujeres todavía son enviadas a la cárcel si se realizan un aborto ilegal.
Algunas legislaciones establecen precondiciones, tales como períodos de espera, la provisión de información, la opinión de varios médicos o la notificación al cónyuge o a los padres de la mujer embarazada. En otros países, como Canadá, se admite sin restricciones. Un cuadro comparativo de las legislaciones nacionales aparece en Aborto (derecho).
Es posible distinguir dos sistemas de regulación del aborto en la actualidad. El sistema de indicaciones (que distingue entre aborto terapéutico y aborto voluntario) y el sistema de plazos, que supone el aborto libre hasta que se llega a un momento determinado de la gestación, que suele fijarse en torno a las doce primeras semanas del embarazo. Ello pues la posición científica mayoritaria en torno a este asunto señala que el embrión de 12 semanas no es un individuo biológico, ni mucho menos una persona: carece de vida independiente, ya que es totalmente inviable fuera del útero. El desarrollo del cerebro está apenas en sus etapas iniciales, y no se han establecido las conexiones nerviosas que caracterizan al ser humano (la conciencia, por ejemplo). El embrión, por tanto, no experimenta dolor ni ninguna otra percepción sensorial.
Otra postura, como la de Janet di Pietro, de la Universidad Johns Hopkins, dice que sobrevalorar el momento del parto es atávico, producto de ideas oscurantistas, de creencias en un "alma" que se insufla con la primera respiración de aire, mientras que las leyes podrían basarse en un reconocimiento de la existencia de un cerebro prenatal capaz de condicionar ciclos de vigilia y sueño.[cita requerida]
Cabe advertir que la no punibilidad (ausencia del castigo penal) del aborto no significa que en estos países el aborto sea más frecuente que en los que sí lo castigan. Una educación sexual masiva, y un amplio acceso a los métodos anticonceptivos favorece que ocurran pocos abortos. Un ejemplo de esto es el caso de Holanda, que es el país con menor frecuencia de abortos del mundo (12,7 por ciento de los embarazos). Sectores antiabortistas sostienen que esta relación no se cumple en todos los casos, señalando como ejemplo el caso del Reino Unido (cuya tasa de abortos es del orden del 22,8 por ciento de los embarazos), donde desde 1967, año de aprobación de la Abortion Act (Ley del Aborto), la tasa de abortos sobre el número de nacidos vivos ha aumentado continuamente. Estas fuentes indican un número de 6.474.446 casos desde la aprobación de esa ley hasta 2004, si bien las estadísticas oficiales sumadas de la Office of National Statistics (Oficina Nacional de Estadística) y de IDS Scotland arrojan guarismos menores (5.436.401 casos desde la sanción de la ley hasta el final de 2002).
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